En Baños de Riocaldo (Orense), en una zona próxima a la Vía Nova, junto a un río con aguas termales y en una zona fértil del valle, quedan los restos de una pequeña parte de una villa romana perteneciente a un rico propietario, típico ejemplo de villa rural destinada al uso residencial, ganadero y agrícola. Se construyó a finales del siglo I d.C. y se reformó completamente a principios del siglo III. Poco queda perteneciente a la primera etapa; los muros y estructuras hoy visibles corresponden a los siglos III-V d.C. Se visitan sólo la cocina (con la base de un horno, similar a los hornos de otros yacimientos galaico-romanos, en una esquina) y las termas, ya que están aún sin excavar los dormitorios, el comedor y otras dependencias domésticas y de trabajo de los esclavos.
La zona de las termas consta de vestíbulo, frigidario (ambiente frío, que serviría a la vez de vestuario), tepidario (ambiente templado) y caldario (ambiente caliente), este último con un ábside en el que estaría situada una bañera de agua caliente. El suelo del tepidario y del caldario era de opus signinum (mortero de cal y arena mezclado con piedrecitas y tejas o ladrillos machacados) y bajo él, y sujeto por suspensurae realizadas con ladrillos de 60 centímetros de lado, se encontraba el hipocausto, sistema de calefacción por medio de la circulación de aire caliente producido en la caldera central (praefurnium). El hipocausto que vemos es reconstruido, pero se trata del único ejemplo en los yacimientos gallegos de este tipo de calefacción frecuente en el mundo romano.
Debido a su cercanía a la Vía Nova, algunos piensan que la Villa de Riocaldo pudo ser la mansio (casa de postas u hospedería) denominada en algunos textos latinos Aquis Originis (Itinerario de Antonino), en la que se proporcionaría alojamiento y termas a los transeúntes. Aquis Originis debería su nombre a la existencia del manantial de aguas calientes que surge del río Caldo en el lugar de Baños, cerca de la villa romana y que sería utilizado libremente por los viajeros. Otros autores piensan que la mansio está todavía por descubrir.
Las aguas termales que brotan junto a la actual playa fluvial son excelentes para los problemas reumáticos, dermatológicos y respiratorios.
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