domingo, 21 de julio de 2019

Grecia y Roma en Valladolid (Museo Nacional de Reproducciones Artísticas)

       A principios de los años 90 acostumbraba a llevar a mis alumnos de Mitología Clásica (así se llamaba la asignatura que impartía en 2º y 3º de BUP) a visitar el Museo Nacional de Reproducciones Artísticas que se encontraba entonces alojado, de manera un tanto precaria, en el edificio en ocupa ahora el Museo del Traje, en Madrid. Allí había llegado tras su expulsión del Museo de América, donde estuvo entre 1961 y 1990, porque necesitaban -lógicamente- espacio para sus propias colecciones. Al Museo de América había llegado, a su vez, desde el Casón del Buen Retiro, donde estuvo entre 1877 y 1960, debiéndose su creación, con fines didácticos, al entonces Presidente del Gobierno, Antonio Cánovas del Castillo. Me gustaba visitar el Museo de Reproducciones Artísticas porque el personal era amabilísimo, había siempre jóvenes dibujantes copiando las obras expuestas y permitía contemplar a tamaño natural las obras de arte griego y romano a las que hacían poca justicia  las diapositivas que usábamos en clase. Era como viajar a Grecia y a Italia por el precio de un billete de autobús urbano. Pero lo clausuraron sine die.

        Aunque casi treinta años después buena parte de los alumnos visitan Italia (e incluso Grecia) antes de acabar el Bachillerato, he echado de menos en ocasiones las posibilidades que ofrecía aquella visita. Por eso me he sentido afortunada al descubrir (ya era hora) que parte de sus fondos se encuentran magníficamente expuestos desde el 28 de febrero de 2012 en la Casa del Sol de Valladolid, palacio adquirido en 1999 por el Estado para que formara parte del Museo Nacional de Escultura.


         
       El Museo está muy bien preparado para la visita, y muestra una selección de cerca de 300 piezas representativas de la antigüedad clásica, de entre las 3000 que componen sus fondos (abarcando el amplísimo período de la historia del arte que se extiende desde el antiguo Egipto hasta el Barroco).  Desde la Máscara de Agamenón a los retratos del Fayum, las copias están distribuidas en cinco secciones: 

 
- La "invención" de la Antiguedad.

- La belleza desnuda.

- Imágenes del furor.

- Sabios y héroes.

- Enigmas y fragmentos.



















        Tras un largo peregrinaje (más de un siglo) y siempre alojándose de prestado, estas copias que provienen de los moldes obtenidos de las obras originales, han encontrado un lugar digno donde dialogar (expresión tan de moda) con los hombres y las mujeres del siglo XXI, y a solo una hora de Madrid, si se aprovecha la alta velocidad del Alvia. Grecia y Roma vuelven a estar muy cerca.


Imágenes: Rosa Mariño (CC, BY, ND)

sábado, 13 de julio de 2019

Atenas y la Argólide, vistas por vez primera

        Probablemente todos recordemos numerosas anécdotas de nuestro primer viaje a Grecia, y lo que sentimos al ver delante de nosotros los lugares que antes eran solo imaginados. En  mi caso, sin profesores, y con diecinueve años sin cumplir y una amiga y compañera. Cero lujos. Con escala en Barcelona y hotel junto a la Estación de Larisa. Un café y un único kuluri para desayunar. Sin móvil, ni cámara de fotos. Sin saber ni una palabra de griego moderno, pero, eso sí, escribiendo con espíritus y acentos y sin faltas de itacismo ante el lógico estupor de unos cuantos locales. Con un libro de Historia de Grecia del que nos teníamos que examinar a la vuelta bajo el brazo, y al que echábamos de vez en cuando un ojo un tanto desganado mientras tomábamos frappés en las soleadas terrazas de Dionisio Aeropagita. Semana Santa y sin música en los bares de Plaka, por respeto, decían. Lo que más me impactó: el Partenón, que me dejó sin aliento unos segundos. Allí arriba compartías espacio con los dioses.

           Pues bien, ya no soy capaz de decir cuántos viajes he hecho a Grecia, pero sigo siendo capaz de ver por vez primera Grecia a través de los ojos ajenos. Con vuelos directos, móviles y desayunos buffet, pero la misma ansia. Soy feliz por ello. Y aquí está el testimonio de este año, con unos alumnos a los que no olvidaré.


                                                         Viaje de estudios a Grecia