domingo, 18 de noviembre de 2012

Mimidones y Leonas, de nuevo en acción

      El 13 de noviembre, algunos componentes de los equipos The Mirmidones y Las leonas de Nemea del IES Gregorio Marañón de Madrid acudieron, en compañía de sus profesores y familiares a la Universidad Complutense, al acto de entrega de los IV Premios a Experiencias Educativas en Latín, Griego y Cultura Clásica que ha concedido la Delegación de Madrid de la Socidad Española de Estudios Clásicos a la Gymkhana Mitológica en que ellos participaron con notable éxito, y que tuvo lugar en el Parque de El Retiro.



        Tanto unos como otros destacaron de manera especial la importancia fundamental del trabajo en equipo para conseguir realizar bien las pruebas -aunque para algunas hiciera falta suerte además de buena puntería- y de la preparación previa, que consistió, además de las explicaciones en clase y las lecturas en casa,  en una larga y detenida visita de las pinturas de tema mitológico que guarda en sus colecciones el Museo de El Prado, que no era un desconocido para ellos y tiene la ventaja de abrir también fuera del horario lectivo y ser gratuito para los estudiantes.






          Miembros de otros grupos asistentes (Casiopea, Siervas de Atenea, Jesús y los Argonautas...) que participaron en la Gymkhana comentaron también sus experiencias y destacaron la importancia que tiene poder estudiar las lenguas y la cultura clásica que son los pilares fundamentales de nuestra cultura. No puede decirse mejor y más brevemente que como lo hizo Jesús: las lenguas clásicas no están muertas porque son inmortales, y lo inmortal, por propia definición, no muere nunca.

         Los profesores del grupo Madrid, Capital del Mito, organizadores de la Gymkhana,  manifestaron su intención de dedicar el dinero del premio a una nueva actividad destinada a alumnos de ESO y Bachillerato, de la que darán cuenta más adelante, y agradecieron a alumnos, profesores, voluntarios y acompañantes varios su participación y ayuda desinteresada para convertir  el 12 de mayo de 2012 en un clásico día digno de recordar .



    

domingo, 4 de noviembre de 2012

Talleres de escritura antigua sobre arcilla, piedra y papiro

        Con motivo de la Semana de la Ciencia de la Comunidad de Madrid, la Universidad Autónoma de Madrid organiza unos talleres de escritura antigua, de 2 horas de duración y con un formato similar: una pequeña introducción sobre los documentos antiguos que presentan estas escrituras y después una práctica de la escritura en distintos soportes, arcilla (escritura cuneiforme, escritura micénica), piedra (inscripciones alfabéticas griegas y latinas) y papiros (escritura egipcia).
        Los talleres tendrán lugar en el Pabellón B de la UAM, con los siguientes horarios:
• Lunes 12 (17:30-19:30h.): Marcos Such, tablillas sumerias y escritura cuneiforme
• Martes 13 (17:30-19:30h.): Araceli Striano, epigrafía griega
• Jueves 15 (11:30-13:30h.): Araceli Striano, tablillas micénicas y lineal B
• Viernes 16 (11:30-13:30h.): Fco. L. Borrego, papiros y escritura egipcia
• Viernes 16 (17:30-19:30h.): Javier del Hoyo, epigrafía latina



jueves, 1 de noviembre de 2012

Día de puertas abiertas en el Hades

         No hace falta que estén los difuntos para muchas fiestas y salgan del Más Allá el único día al año en que les está oficialmente permitido, porque cada vez son más los niños y jóvenes que, urbi et orbi, se disfrazan de muertos o seres relacionados con ellos para divertirse en esa globalizada celebración en que se ha convertido Halloween. Hay que disimular el miedo que se tiene a los difuntos.


En la antigua Grecia, un día al año, en el mes de las Antesterias, fiestas de las flores y el vino nuevo (que no coincide con el otoño, sino con el comienzo de la primavera), los espíritus de los difuntos salían del Hades a hacer de las suyas (algo difícil de conciliar con la denominación de ἀμενηνὰ κάρηνα "cabezas sin fuerza" que les da Homero en Odisea X 521), y los niños y los mayores se quedaban espantados en casa, tras dejarles comida en los caminos y las encrucijadas. A cierta hora, se les avisaba a los muertos de que ya era la hora de que se marcharan a su morada (el Hades), porque se habían acabado las fiestas. Y hasta el año siguiente, a esperar un día de libertad. En la Grecia moderna, unos seres llamados kalikantzaroi que viven en el centro de la tierra  han sido los sucesores de estos difuntos que molestaban a los vivos, pero disfrutando de vacaciones más amplias:  doce días en Navidad, del 25 de diciembre al 6 de enero.


En cualquier caso, todos hemos sentido en algún momento curiosidad por saber qué hay más allá, después de esta vida, que, mejor o peor, es la única que conocemos, pues aunque algunos aseguren haber vuelto de allí, o de los umbrales del otro mundo, y describan lo que han visto o sentido, continuamos sin tener seguridad alguna. O se tiene fe en lo que otros afirman o sería necesario experimentarlo en carne propia, cruzando las fronteras del mundo de los vivos…

Pero la experiencia acumulada a lo largo de los siglos muestra que, al menos los seres humanos corrientes, si se van, no regresan.
El griego más curioso de cuantos tenemos noticia, Odiseo, se las arregló para que los difuntos salieran del Hades a responder a sus preguntas, pero él no puso el pie en el tenebroso reino.
El egoísta rey Admeto consintió en entregar a su joven esposa, Alcestis, para evitar a la Muerte, que había venido a llevárselo a él, ya que tanto su padre como su madre, aunque ancianos, se habían negado a entregar la vida a cambio de la de su hijo; pero cuando Alcestis regresa gracias al feroz combate que mantiene Heracles con la Muerte en persona, no tiene voz para contarnos cómo es aquello.  
Orfeo bajó en busca de Eurídice y regresó sin su amada, creándose en torno a su figura una religión mistérica que prometía la vida (¿qué tipo de vida?) después de morir, al igual que los Misterios de Eleusis.     
De Teseo sabemos que se dejó allí las nalgas, como castigo por haber osado, junto con su amigo Pirítoo,  bajar con la aviesa intención de raptar a Perséfone; y salió gracias a que Heracles -el hijo favorito de Zeus- pasaba por allí, forzado por el necesario cumplimiento de uno de los trabajos que su primo Euristeo le había encargado, con ánimo de librarse de una vez por todas de tan molesto pariente… ¿Por qué iba a salir  precisamente él de allí de donde no se sale? Por cierto que no pasó mucho tiempo sin que Teseo regresara al Hades, después de que su “amigo” Licomedes le precipitara desde lo alto de una roca en Esciros.


Qué poco sabemos del Más Allá. Por eso tal vez uno puede disfrazarse con lo que encuentre por casa...