domingo, 11 de mayo de 2025

Capricho de primavera

           En la época en que se construyó el Parque de El Capricho de Madrid (1787-1839) era imposible no recurrir a la mitología clásica y al arte antiguo en general incluso para decorar lo que estaba destinado a ser una finca de recreo, con un Casino de Baile y un canal artificial con un lago por el que los invitados navegaran en barca zarpando de un rústico embarcadero para merendar ante la Casa de Cañas.

 

Saturno

    Los ricos podían darse incluso el gusto de construir un abejero con zonas acristaladas para observar sin temor a las laboriosas abejas que trabajaban sin descanso y salían a libar por las traseras del edificio. 

 

Lavandas en torno al Abejero

 

      Mª Josefa Pimentel, duquesa de Osuna, compró una finca en 1783, y un año después empezó a construirse el que es uno de los jardines más bonitos de Madrid, El Capricho.


Palacio

       Hay allí muchos bustos de supuestos emperadores romanos, o de dioses colocados sobre columnas enfrentadas, esfinges diversas, cupidillos por doquier, un Saturno devorando a un hijo sobre una alta columna, inspirado en Goya, un Baco que realiza la sustitución de una Venus que, según algunos, un buen día desapareció, Heracles sometido a Onfale, un jabalí de Calidón sin nadie que le persiga, un Sátiro con niño, y, reinando en el palacio y en el Laberinto plantado de laureles, el dios Apolo, representado en diversos episodios de su no siempre feliz vida. A Pitón la mata, sí, pero no consigue a Dafne por más que lo intente. Y con Faetonte tampoco tiene mucha suerte.


    
Baco (Templete)

        


Hércules y Onfale (Exedra)
 
 
 
Sátiro con niño (Exedra)

 
 
Emperador (Plaza de los Emperadores)

 
 
El jabalí de Calidón (Casino de Baile)

 
Mercurio

 
 
Dentro del Palacio, del Abejero y del Casino de Baile hay también esculturas, pinturas e incluso un suelo de mosaico de temática mitológica o histórica, pero los interiores no son accesibles al público.
 
Réplica de la Venus de la Alameda (Abejero)

 
   
       Es un paseo bonito de realizar, sobre todo en primavera, debido a su gran diversidad botánica y la floración en pleno esplendor.
 
 
El estanque desde la Casa de Cañas

 
        Para quien desee mirar con ojos "mitológicos" o "anticuarios", y comprobar cómo se dan la mano lo apolíneo y lo dionisíaco, demostrando que ya no tienen más valor que lo meramente decorativo, puede verse esta presentación que hice hace algunos años: Mitología y mundo antiguo en el Parque de El Capricho de Madrid.