Con unas reglas básicas bastante sencillas, que recuerdan en parte al clásico parchís y pueden irse complicando a gusto de los usuarios, permite la confrontación entre cuatro contrincantes o más. Nos interesa ahora porque evoca el laberinto del Minotauro, si bien no es éste el único enemigo peligroso, ya que los guerreros de cada color pueden verse impedidos en su misión de llegar al centro por las barreras que van colocando para impedirlo los "equipos" ajenos. Los movimientos de los guerreros, en horizontal o vertical únicamente, recuerdan las sinuosidades del laberinto. Simple y entretenido, con unas magníficas miniaturas montables y desmontables. Desaconsejado sólo para niños pequeños.
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