domingo, 29 de junio de 2014

Aranjuez: jardines llenos de dioses para disfrute de los mortales

      Aunque el otoño sea una estación perfecta para visitar los jardines de Aranjuez gracias a los innumerables colores que adoptan las hojas de los árboles antes de caer arrastradas por el viento, estas mismas deparan  en su momento de máximo esplendor una grata sorpresa al visitante de comienzos del verano. 

      Por más que el calor amenace con convertir el paseo en un trabajo hercúleo, al caminar bajo ramas tan tupidas que impiden el paso de los rayos de Helios, puede uno imaginarse a Eurídice descuidada a punto de pisar la serpiente que dará fin a su vida, o a Pan persiguiendo a la inocente Siringe; observa el descanso de Diana y el enamoramiento fatal de Narciso, a Selene prendada de Endimión y a Neptuno y Cibeles compartiendo la misma fuente, y siente deseos de compartir con tritoncillos y Nereidas las aguas que a ciertas horas brotan de los surtidores, salpicando a desprevenidos.



     Hércules es, quizá, la gran estrella de los Jardines del Parterre y de la Isla, y se alza imponente demostrando su fuerza al mundo.  De entre los dioses (no faltan Júpiter, Juno, Neptuno, Mercurio, Diana, Apolo, Baco, Urano, Cibeles, Ceres, Vertumno, Pomona ...) destaca Venus, que deja ver su belleza en solitario o acompañada del pequeño Cupido.

Hércules y la Hidra
    

Diana
      
Venus y Cupido





         El Jardín del Príncipe y en la Casa del Labrador necesitan detenida visita: tantos son los personajes mitológicos (e históricos) que allí se dan cita, no siempre identificables con total seguridad, todo un reto para aficionados a los paseos mitológicos, y ocasión de debatir sobre iconografía.

Casa del Labrador





  

Apolo
Narciso
Cibeles

        Y para terminar, una pausa en lugar idílico.
        Buen verano.


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Fotos: Rosa Mariño (CC BY NC ND)



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