martes, 9 de octubre de 2012

Hay un bicho ahí dentro...

Eso dicen, que dentro de ese edificio enorme que mandó construir Minos al arquitecto Dédalo hay un ser muy raro, un bicho, que el rey prefiere que no veamos. Y si no quiere que lo veamos, debe tener motivos muy serios...



Parece que desde que  años atrás la reina Pasífae se encariñó mucho con un toro que había salido del mar,  Minos está disgustado. Tal vez habría preferido que ella tuviera un perro, pero nosotros, los cretenses, estamos acostumbrados a los toros. Tenemos muchos jóvenes que saltan por encima de ellos en ciertas festividades.



El caso es que el toro ya no se encuentra en los establos del rey.  Dicen que enfureció y huyó. Y una vez al año llega de Atenas un barco con jóvenes atenienses, de ambos sexos, que entran al edificio, sin armas y sin comida. No llegan a nuestra isla precisamente contentos, aunque les envía de modo oficial su rey, Egeo, y nadie puede hacerles preguntas a la salida sobre lo que hay dentro, porque da la impresión de que se quedan allí. Nadie los ve después regresar a Atenas, ni por nuestro palacio.



Estos atenienses no se visten ni se peinan como nosotros, ni hablan nuestra lengua. 


Su aspecto es bastante  serio, con sus peplos, con sus mantos... Tal vez hace mayor frío en su patria que en nuestra isla, en Creta, y por eso no muestran tanto su anatomía, menos cuando los varones practican deportes o compiten en los juegos...



Pero entre los atenienses de este año ha llegado un joven que da la impresión de que se considera más importante que el resto. Lo llaman Teseo, tiene aspecto de atleta, y  una de las hijas de nuestro rey, Ariadna, muestra gran interés en él. Dicen que ha prometido ayudarle a salir del Laberinto (así llaman al edificio del bicho) si luego se casa con ella. ¿Cómo va a dejar a su familia por un desconocido? ¿Quién va a fiarse de un extranjero que a saber quién es y de qué vive? Y, además, ¿cómo va a ayudarle ella, si es verdad que el Laberinto está lleno de salas y corredores que sólo conoce quien lo diseñó? Dédalo lleva años fuera de la isla...
......
Pues sí que  ha logrado salir de dentro el joven griego, gracias a un ovillo que le ha dado Ariadna, para que fuera soltando el hilo al entrar y recogiéndolo al salir. Y asegura que se encontró dentro a un ser mitad hombre, mitad toro, devorador de carne humana,



y que lo ha matado a puñetazos, sin necesidad de espada.


Luego lo ha arrastrado fuera para que lo veamos todos...

Teseo y sus compatriotas han salido bailando de dentro del Laberinto, imitando con sus giros los tortuosos corredores. Ariadna parece preparada a irse con ellos, pero no sé por qué esta historia no me da buena espina...

No hay comentarios:

Publicar un comentario