domingo, 29 de diciembre de 2013

Una expedición fallida a Naxos

      A los persas, les salió mal la expedición que emprendieron en 499 a.C. contra la fértil isla, tal como nos cuenta Heródoto en el libro V de su Historia (31 ss.) y puede verse en este enlace: Naxos. Iba a convertirse en la base de operaciones para hacerse dueños de las Cícladas y de la más lejana y grande Eubea, pero los naxios estaban preparados y acabó saliendo demasiado caro permanecer en la isla hasta vencer la resistencia de los isleños, por lo que los persas les dejaron en paz... hasta el 491 a.C.

Naxos, Templo de Apolo. Imagen: Rosa Mariño (CC BY NC ND)
       La isla es realmente una joya, tanto en vegetación como en paisajes, y su queso (graviera) una delicia para el paladar. En sus tierras se ubica el lugar en que Ariadna, que había ayudado a Teseo a salir del Laberinto, fue abandonada por él durante el viaje de regreso a Atenas, y donde, a continuación, se convirtió en esposa del dios Dioniso. También quedan restos de un bello templo de Demeter, diosa a la que la isla debía su fertilidad.


Ano Sangri, Templo de Demeter. Imagen: Rosa Mariño (CC BY NC ND)

        Tampoco hay que perderse en Naxos los enormes  kouroi inacabados o rotos de Apóllonas y Flerió, que siguen tumbados en las mismas canteras de las que iban a salir para convertirse en ornato de algún lugar de culto.

Apóllonas. Imagen: Rosa Mariño (CC BY NC ND)


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