El yacimiento celtibérico-romano
de Tiermes (Termes) está situado en el término municipal de Montejo de
Tiermes, al suroeste de la provincia de Soria.
Casas de Taracena y Termas romanas |
Los primeros testimonios
escritos sobre la ciudad datan del año 143 d.C., cuando el historiador Apiano
indica que era un importante núcleo arévaco. Los escritores clásicos comentan
la dureza del clima y del medio físico de la Celtiberia Ulterior, cubierta de
montes, bosques y llanuras con suelo pobre y desigualmente regado. La economía
de Tiermes debía, pues, de basarse en la agricultura (cereales) y la ganadería
(ovejas, carneros, caballos, asnos, mulos…), además de la caza (jabalíes y
ciervos).
Antes de la llegada de los
romanos, Tiermes era una ciudad celtibérica.
Sus restos más antiguos son los de la necrópolis que empezó a utilizarse a
finales del siglo VI a.C. y continuó empleándose hasta el siglo III a.C., con
tumbas con forma de hoyo excavado en tierra en las que se introducía la urna
con las cenizas del difunto y su ajuar, cubriéndose luego todo con piedras. Se
han encontrado ajuares masculinos y femeninos, y cerámica realizada a mano o a
torno.
Tiermes fue ciudad aliada de
Numancia en la época de las guerras contra los romanos, y resistió hasta ser sometida a principios del siglo I a.C. por el cónsul
Tito Didio, quien obligó a sus moradores a abandonar el recinto amurallado
y bajar al llano. Más tarde, Tiermes pasó a formar parte del convento jurídico
de Clunia (ljunto a la actual Coruña del Conde, Burgos) y sus edificios públicos y su
infraestructura fueron reformados.
Durante la época imperial romana, Tiermes fue un importante foco de romanización de la zona gracias a su posición estratégica, en la ruta entre Caesaraugusta (Zaragoza), hacia el noroeste, y Segontia (Sigüenza) y Segovia hacia el sur.
Durante la época imperial romana, Tiermes fue un importante foco de romanización de la zona gracias a su posición estratégica, en la ruta entre Caesaraugusta (Zaragoza), hacia el noroeste, y Segontia (Sigüenza) y Segovia hacia el sur.
La ciudad fue perdiendo importancia a partir del siglo III d.C. hasta quedar convertida en una aldea en la Edad Media. Del siglo XII es la ermita románica de Santa María de Tiermes (con planta de una nave con ábside semicircular y galería exterior porticada). La necrópolis que se encuentra junto a la ermita estuvo en uso entre los siglos VI y XV. En el siglo XVI, Tiermes se despobló completamente.
Capitel con centauro de Santa María de Tiermes |
Es característica de Tiermes su arquitectura rupestre, con casas excavadas en la roca arenisca, y que ha motivado que algunos la llamen “la Petra de Occidente”, por su similitud con la célebre ciudad situada en la actual Jordania. Los restos mejor conservados corresponden a época romana, con viviendas de dos y más pisos. La arenisca sirvió de apoyo a muros de mampostería y adobe, y de soporte en el graderío existente junto a la Puerta del Sol, en dos arterias del acueducto, en las dos puertas de entrada a la ciudad y en restos de una posible cávea de teatro ubicada en la zona norte.
Casas de Taracena |
Fuente bibliográfica: J.L. Argente Oliver y A. Díaz Díaz, Tiermes. Guía del yacimiento arqueológico y museo, Soria 1988.
Existe también una Guía breve para visitar Tiermes, edición 2009 en pdf, realizada por Santiago Martínez Caballero y Arturo Ignacio Aldecoa Ruiz.
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