En el monte Pelión, en Tesalia,
vivía Quirón, hijo de Crono y de Fílira, una de sus sobrinas (de acuerdo con
las fuentes que la consideran hija de Océano, el mayor de los Titanes). Era un
centauro, mitad hombre y mitad caballo, porque Crono había adoptado la forma de
este animal para unirse a Fílira, pero a diferencia de los otros centauros,
seres salvajes nacidos de la unión de Ixión con un simulacro de la diosa Hera
(atentado contra la hospitalidad que Zeus le había ofrecido y que hizo a Ixión
merecedor de un severo castigo en el Tártaro), Quirón es sabio y benévolo, y
por ello se convierte en preceptor de
héroes tan célebres como Aquiles, Jasón o Asclepio. Les enseñaba música y medicina,
además de las artes de la caza y de la guerra. Era también un buen cirujano,
como demostró al sustituir un hueso del pie de
Aquiles (que Tetis había quemado intentando hacerle inmortal) por otro
proveniente del esqueleto de un gigante,
excelente corredor mientras vivía,
Dámiso, de forma que el “rápido de pies, divino Aquiles” debía a Quirón su
extraordinaria velocidad.
Peleo, rey de Ptía (Tesalia) y
padre de Aquiles, y Quirón eran amigos desde que éste último le salvó la vida cuando
en cierta ocasión, encontrándose desarmado, se vio rodeado de centauros que
querían matarle. Más adelante, Quirón le aconsejó lo que debía hacer para
conseguir su objetivo de convertirse en esposo de Tetis. Ella era una divinidad
a la que Zeus pretendía, pero tuvo que renunciar a ella al saber que Tetis
engendraría un hijo más poderoso que su padre (y Zeus temía que un hijo fuera a
hacerle lo mismo que él a Crono, su padre, y Crono, a su vez, a Urano:
arrebatarle el poder). Por eso, o por negarse a mantener relaciones con Zeus
por respeto a Hera, Tetis se vio obligada a contraer un matrimonio que
consideraba denigrante. Como divinidad marina que era, Tetis podía cambiar de
forma, y para sustraerse al abrazo de Peleo se metamorfoseó en fuego, agua,
viento, árbol, pájaro, tigre, león, serpiente y jibia, pero Peleo, siguiendo
las indicaciones de Quirón, la sujetó sin soltarla hasta que ella tuvo que
ceder y reconvertirse en fémina.
Luego les fueron naciendo hijos, a los que la diosa intentaba hacer inmortales, sin conseguirlo. Morían en el transcurso del ritual que practicaba para eliminar su parte mortal. Aquiles se salvó porque Peleo llegó a tiempo de sacarle del fuego, pero la pareja acabó separándose y por eso Quirón fue el encargado de educar al joven héroe.
Los conocimientos de medicina le serían muy útiles a Aquiles para, por ejemplo, curar al herido Patroclo.
Bodas de Tetis y Peleo |
Luego les fueron naciendo hijos, a los que la diosa intentaba hacer inmortales, sin conseguirlo. Morían en el transcurso del ritual que practicaba para eliminar su parte mortal. Aquiles se salvó porque Peleo llegó a tiempo de sacarle del fuego, pero la pareja acabó separándose y por eso Quirón fue el encargado de educar al joven héroe.
Peleo, Aquiles y Quirón |
Los conocimientos de medicina le serían muy útiles a Aquiles para, por ejemplo, curar al herido Patroclo.
Aquiles curando a Patroclo |
Quirón fue también preceptor de
Jasón, hijo del rey Esón, cuando Pelias le destronó y el niño tuvo que salir de
su ciudad, Yolco. Más adelante, el joven regresaría vestido con una piel de
pantera y una sola sandalia a su ciudad, para reclamar el trono que le
correspondía.
En cuanto a Asclepio, hijo de
Apolo y de una madre mortal (Corónide, o Arsínoe), fue tan buen aprendiz de
médico de Quirón que llegó al extremo de resucitar muertos empleando la sangre
que brotaba de la vena del lado derecho de la cabeza decapitada de Medusa y que le había dado Atenea.
Cuando ya llevaba unos cuantos resucitados, Zeus se enfadó y lo mató con un rayo, para que no pareciera que Asclepio era un dios, provocando la ira de Apolo, que se
vengó dando muerte a los Cíclopes que habían fabricado el rayo para Zeus. Hijos de Asclepio, y por tanto, discípulos
lejanos de Quirón, son Podalirio y Macaón, médicos destacados que ejercen sus
artes en La Ilíada, así como, según
la tradición, Hipócrates, el padre de la medicina científica.
Quirón había nacido inmortal,
pero cuando Heracles lo hirió involuntariamente con una flecha untada con el veneno o la sangre de la Hidra de Lerna en el transcurso de una pelea con los centauros en tierras del
centauro Folo,
le produjo una llaga incurable en la zona del pie, de manera que Quirón prefirió dar a Prometeo su
inmortalidad a cambio de la posibilidad de morir y librarse del sufrimiento.
Existe un proverbio antiguo (Zen. Par. VI 46): "Llaga de Quirón", que algunas fuentes explican como referido a las heridas incurables, pero es posible que en su origen se aplicase más bien a una herida de tal calibre que requeriría la intervención de un médico tan excepcional como Quirón.
Muchas gracias, Rosa. A mi me ha completado muchas lagunas que tenía sobre este mito que me parece muy bello y simbólico. Se me ocurre que la "herida de mi ignorancia mitológica", por ejemplo, ahora la tengo algo más curada.
ResponderEliminarSalu2.
Jose