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domingo, 5 de mayo de 2024

Medusa: una madre es una madre. Álbum de familia.

     Puede resultar chocante elegir como figura mítica en este Día de la Madre 2024 justo a una a la que sus hijos -por más que la quisieran- probablemente no considerarían la más bella entre todas las madres del mundo: Medusa. 

    No es que les falten razones, pero tampoco ellos pueden considerarse hijos comunes y corrientes. Uno es caballo y tiene alas; el otro vino armado al mundo y tuvo un hijo con tres cabezas y tres cuerpos. En primera  foto de familia -bastante rota, todo hay que decirlo- no sale el primero (por moverse) y el segundo aún no parece el gigante que con el tiempo llegará a ser. 

    Esta es la historia -traducida del griego, porque es la lengua que usan en la intimidad- que cuenta Medusa a sus hijos Pegaso y Crisaor, mirando el álbum familiar.

 

Medusa abraza al pequeño Crisaor. Museo Arqueológico de Corfú (Grecia).

     

     "Yo vivía muy tranquila con mis dos hermanas en el occidente más remoto, cerca del país de las Hespérides, cuando llegó un joven dispuesto a hacerme perder la cabeza, pero no por sus encantos, sino en sentido literal. Venía volando gracias a unas sandalias aladas préstamo de Hermes, invisible por el casco de Hades que llevaba calado, con un zurrón dicen que de piel de perro y una hoz muy afilada. 


    Las tías Esteno y Euríale y yo estábamos profundamente dormidas. El joven Perseo, un hijo de Zeus (¡cómo no!), aprovechó mi reflejo en un escudo muy pulido que Atenea sujetaba y me cortó la cabeza sin necesidad de enfrentarse a mi mirada, que le habría dejado petrificado. ¿Qué le había hecho yo a éste para que viniera a por mí?

 

Perseo y Medusa. Museo de Pérgamo (Berlín).

 


    Mi embarazo concluyó en ese mismo momento. De mi cuello salisteis al mundo, ante el pasmo de mis hermanas. Atenea nació de la cabeza de Zeus, pero sin necesidad de degollarle.

 

Pegaso y Crisaor nacen del cuello de Medusa. Antikesammlungen, Múnich (Alemania).

     Os concebí con el dios Posidón, a quien mi aspecto agradaba mucho antes de que Atenea convirtiera en serpientes mi bella melena. 

    En fin, Pegaso, tú no quisiste quedarse mucho a mi lado (tal vez esperabas otro tipo de madre, una cuadrúpeda más parecida a ti) y te fuiste volando directito hasta el  Olimpo para lo que Zeus mandara y ahora te has hecho famoso por acompañar a  Belerofonte cuando fue a por la Quimera, y hacer brotar con solo una coz  fuentes en el Helicón y en Trecén, que buena falta hace el agua.

 

Pegaso y Belerofonte. Museo de Hierápolis (Turquía)

     Crisaor, tú saliste peleón y viniste al mundo armado con una espada de oro, pero aún tuve tiempo de hacerte algunos arrumacos (y tú de disfrutarlos, mira la foto de arriba, qué contentos estamos). Disculpa si ahora nos vemos menos; desde que me lleva Atenea en la égida no decido a dónde voy, pero ya sabes donde buscarme si te hago falta. 

 

Atenea con la égida. Museo de Metaponto (Italia).

       Díselo también a mi nietecito que vale por tres, Gerión. No me extraña que se haya ido a vivir a occidente. Hay unas estupendas puestas de sol junto al fin de la Tierra.

 

Gerión. Museo de Samos (Grecia)

 

        De vuestro padre poco sé. Se peleó con Atenea y no es hagan muchas cosas juntos, pese a ser tío y sobrina. No sé a quién han salido esos dos. A nosotros, desde luego, no. Mira que son raros...

 

Atenea y Posidón presentan sus regalos al Ática. Antikesammlungen, Múnich (Alemania)


           Cuando pasen unos siglos voy a prestar mi imagen yo también para algo que merezca la pena: por ejemplo, para que los varones pregunten a las mujeres si quieren o no estar con ellos y las traten como a iguales, que ya está bien de tanto abuso. Portaos bien vosotros, para que sigáis siendo orgullo de madre."

 

Medusa, de Luciano Garbati. Nueva York (Estados Unidos)

 

 


 

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 Las fotos, excepto la última, son de Rosa Mariño CC-BY-NC-ND

jueves, 25 de abril de 2024

El deporte y la actividad física en Grecia

     En un nuevo año olímpico, conviene recordar que según un proverbio griego (transmitido por Diogeniano 6.56 y otras fuentes), de quienes eran completamente ignorantes se decía que no sabían ni nadar ni leer y escribir, "porque los atenienses aprendían a nadar y a leer y escribir desde la primera niñez". 

    Saber nadar era y sigue siendo útil, sin duda alguna. Y aunque la natación no fuera practicada con frecuencia como ejercicio físico ni formara parte de los deportes de competición, que se la mencione como algo básico en la vida muestra la importancia que dieron los griegos a la actividad física, tanto en niños como en adultos, hombres o mujeres. De hecho, una ciudad griega tenía que poseer, al menos, un ágora, un gimnasio y un teatro.


Joven púgil (Museo Altemps, Roma)


        En la presentación El deporte en Grecia revisamos e ilustramos con imágenes tomadas de  la cerámica y la escultura antiguas, objetos de bronce o piedra, y restos arqueológicos  las características más destacadas de los principales deportes practicados, sin reducirse a los incluidos en el pentatlo (carrera, salto, lucha, disco y jabalina),  y situamos en el espacio y el tiempo los cuatro grandes juegos panhelénicos: Olímpicos, Píticos, Ístmicos y Nemeos.

 

Basa con escena de salto, lucha y jabalina (Atenas, Museo Arqueológico Nacional)

 

Discóbolo (Palazzo Massimo alle Terme, Roma)



 

Corredores en sprint (Bolonia, Museo Arqueológico)



Carrera de cuadrigas (Ruvo, Museo Jatta)


Lampadedromía (Ruvo, Museo Jatta)


Entrenamiento en la palestra (Munich, Staatliche Antikensammlungen)


Diadúmeno (Atenas, Museo Arqueológico Nacional)


Mujer con pelota (Munich, Staatliche Antikensammlungen)

      Para saber más: 

     Fernando García Romero, ¿Por qué practicaban deporte los griegos antiguos?:



   Fernando García Romero, Los Juegos Olímpicos en la antigua Grecia:



   Fernando García Romero,  La importancia social del deporte en la antigua Grecia:




Estadio Panatenaico de Atenas, creado para los primeros JJOO modernos (1896)


 

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Las fotos son de Rosa Mariño CC-BY-NC-ND